Historia
Haber vivido una infancia complicada no impide salir adelante y comenzar una nueva vida, aunque en ocasiones sea necesario apoyarte en personas cercanas, como tus compañeros de trabajo. Este fue, precisamente, el respaldo que dimos desde Corazón y Manos a Elisa (nombre ficticio), de 32 años y con una discapacidad psíquica, para que pudiera cumplir su sueño de empezar de cero junto a sus hijos.
Empleada de Clece desde hace más de un año, su vida había estado marcada por difíciles situaciones. Pasó su infancia en un centro de menores ya que su familia se encontraba en exclusión social y sus padres no podían hacerse cargo de ella y sus siete hermanos.
En su juventud encadenó varios trabajos, pero en ninguno consiguió la estabilidad que deseaba y a esa situación se sumó que fue madre soltera de mellizos. Al verse sola con dos niños pequeños, Elisa decidió ir a vivir con su madre y dos de sus hermanos, pero la relación familiar no era buena y lo ideal para evitar posibles problemas era cambiar de lugar de residencia.
Como el rendimiento de Elisa en Clece siempre había sido extraordinario, mostrando valentía y responsabilidad, desde Corazón y Manos le facilitamos ese futuro estable que tanto anhelaba con un traslado de su puesto de trabajo a otra ciudad y ofreciéndole ayuda para encontrar una nueva casa, cuya fianza abonamos.
Además, nos hicimos cargo del pago de traslados a Madrid y alojamientos de hotel en la capital para que uno de sus hijos pudiera someterse a una intervención quirúrgica necesaria.
Muchas gracias a todos los voluntarios que han hecho posible el caso de Elisa, un claro ejemplo de superación.