Historia
N. es una compañera que trabaja como auxiliar de ayuda a domicilio. Aunque tiene 3 hijos a su cargo, sólo tiene la custodia de la pequeña. Este hecho le impide recibir ayudas de los servicios sociales.
A principios de año fue desahuciada y mientras espera una vivienda de protección oficial, reside en una habitación de un hostal. Con la declaración del estado de emergencia, se cerró el restaurante donde la familia realizaba las comidas por lo que se vieron obligados a subsistir sólo con la nevera y el microondas comunitario del hostal.
Los procesos judiciales por vivienda y custodia quedaron interrumpidos y, además, no tuvieron acceso al banco de alimentos al no ser catalogados como caso de urgencia por los servicios sociales ya que la familia contaba con un hogar.
Desde Corazón y Manos hemos estado muy pendientes de N. y les hemos facilitado alimentos frescos y otros ricos en nutrientes que pudiesen ser cocinados en el microondas, así como productos de higiene personal.