Historia
Paula (nombre ficticio), divorciada y madre de una hija de 13 años, se enfrenta a una serie de desafíos financieros tras su divorcio. A pesar de haber acordado que su exmarido pagaría la hipoteca del chalet que poseen en común, él ha arrendado la propiedad sin su consentimiento y se ha ido a vivir fuera de España, recibiendo el alquiler y dejando las deudas de la hipoteca a Paula.
A esta situación se suma, además, que su exmarido tampoco le ayuda con la manutención de su hija y Paula, solamente con su sueldo, no puede hacer frente a todos los gastos. Sin saber cómo salir de esta circunstancia sobrevenida, sus compañeros de trabajo le recomendaron recurrir a Corazón y Manos.
Tras analizar su historia, pusimos su caso en manos de nuestra asesoría jurídica y fueron varias las opciones que se le plantearon a Paula:
- Solicitar la ejecución de la sentencia de divorcio para que su exmarido pague la hipoteca
- Impugnar el contrato de alquiler para reclamar los ingresos que él ha recibido ilegalmente, al tratarse de un bien común sobre el que ella también tiene derechos.
- Solicitar la dación en pago, es decir, entregar la casa al banco para cancelar la deuda hipotecaria.
- Solicitar una moratoria de la deuda hipotecaria debido a su situación de vulnerabilidad, lo que le permitiría suspender temporalmente este pago.
- Denunciar a su exmarido por abandono de familia, delito recogido en el artículo 226 del Código Penal.
- Solicitar la ayuda de emergencia o de urgente necesidad que ofrece la administración pública de su región.
Además, desde Corazón y Manos le proporcionamos una ayuda para pagar el alquiler de su vivienda actual durante un periodo de tres meses, con el objetivo de aliviarle la carga económica que estaba soportando Paula.
Este es un ejemplo de cómo, a través de nuestra asociación, ayudamos a personas que se encuentran en una situación grave sin contar con ningún otro apoyo. Si conoces a alguien que se encuentre en una circunstancia complicada, cuéntanoslo: https://corazonymanos.org/contacto/