Con fianza
Pagar un alquiler no es nada fácil en determinadas zonas de España. Cuando eres víctima de violencia de género, tienes dos hijos pequeños a tu cargo con grado II de dependencia y tu exmarido no te pasa ningún tipo de manutención, esa dificultad se multiplica por diez. Y si además te enfrentas a un desahucio inesperado y al consiguiente pago de una fianza para poder acceder a una nueva vivienda, las dificultades se convierten en montañas imposibles de escalar.
En esos momentos es cuando una mano amiga es imprescindible. Descubre, pinchando aquí, cómo la mano amiga de Corazón y Manos (con la participación espectacular de nuestra voluntaria Celia López) ha sido capaz de ayudar a reordenar las vidas de A.G. y de sus hijos, en uno de sus momentos más difíciles.