Sábado, 26 de marzo. A las 5:30 de la mañana, el convoy volvió a ponerse en marcha tras parar unas cuatro horas en un hotel ubicado a unos 450 kilómetros de Cracovia, en un área de descanso cerca de la frontera entre Polonia y Alemania.
En el hotel, todos pudieron ducharse, cambiarse de ropa y dormir un rato. Por delante, unos 2.400 kilómetros hasta Madrid.
Poco después de salir, una de las furgonetas tuvo un pequeño fallo mecánico, pero todo se solucionó rápidamente gracias a la ayuda recibida en un taller cercano a Chemnitz, ya en Alemania. La solidaridad del convoy humanitario de Corazón y Manos es contagiosa, porque los mecánicos no quisieron cobrar por sus servicios. Y, mientras tanto, nuestros voluntarios no perdieron el buen humor.
El resto del día transcurrió en la carretera, atravesando Alemania y parte de Francia hasta llegar a un hotel en Valence, donde pasaron la noche. Desde ese punto, quedan unos 1.200 kilómetros hasta llegar a Madrid.
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